Flamengo se consagra campeón de la Libertadores 2025 con gol de Danilo en Lima

El sábado 29 de noviembre de 2025, el Flamengo se convirtió en el primer club brasileño en ganar cuatro títulos de la Copa Libertadores, tras vencer 0-1 al Palmeiras en el Estadio Monumental de Lima, Perú. El gol de cabeza de Danilo, defensor central, a los 67 minutos, decidió un partido tan tenso como histórico. La afición rojinegra, que llenó las gradas y colmó las calles de Brasil, vivió un momento de pura emoción. Y no fue solo un título más: fue la coronación de una era, la redención de una derrota en 2021 y el sello definitivo de una generación que ya se convirtió en leyenda.

Un gol que cambió la historia

El gol no fue de los más vistosos, pero sí de los más decisivos. Tras un tiro de esquina ejecutado por Flamengo, el balón llegó alto al área, y Danilo, con una potencia y precisión que parecían sacadas de un sueño, cabeceó al ángulo superior izquierdo. El portero Agustín Rossi, que había estado impecable durante todo el partido, no tuvo ninguna posibilidad. El Estadio Monumental, que ya había sido escenario del título de 2019, volvió a temblar. Los jugadores se lanzaron sobre él como si fuera un ídolo recién descendido del cielo. La hinchada, que había guardado el aliento durante casi todo el encuentro, estalló en un grito colectivo que se escuchó hasta en los barrios de Rio de Janeiro.

La revancha que no se olvidó

Este triunfo tenía un sabor especial. En 2021, el Palmeiras le arrebató el título en una final memorable, y desde entonces, el Flamengo había cargado con esa derrota como una losa. Ahora, en la misma cancha, con casi los mismos actores —y con Filipe Luis en el banquillo—, el club logró lo que muchos creyeron imposible: superar a su rival directo en la final, y hacerlo con contención, disciplina y un solo gol. El técnico, que asumió el equipo en medio de una crisis de confianza en 2024, demostró que sabe cómo manejar la presión. "No es un título de suerte, es de trabajo constante", dijo al final, con la copa en brazos y la voz quebrada.

Una defensa que no cedió ni un centímetro

Palmeiras, con su habitual furia ofensiva, no se rindió. Vítor Roque, Raphael Veiga y López tuvieron oportunidades claras. Un remate de López rozó el poste en el minuto 72. Un cabezazo de Roque se perdió por escasos centímetros. Pero el bloque defensivo de Flamengo —liderado por Danilo, Léo Pereira y Alex Sandro— fue una muralla. No hubo errores, no hubo dudas. Cada despeje, cada entrada, cada marca fue un acto de voluntad. Incluso cuando el Palmeiras aumentó la presión tras la entrada de Éverton Cebolinha en el minuto 80, el equipo de Filipe Luis mantuvo la estructura. Fue un partido donde el fútbol táctico ganó por goleada sobre el espectáculo. Y eso, en una final, es lo más valioso.

El costo de la gloria

Pero detrás de la fiesta, hubo tristeza. Según El País, uno de los aficionados que viajó desde Brasil para presenciar el partido falleció en un accidente de tránsito pocas horas antes del inicio. No se conocen detalles, pero su muerte fue recordada en las gradas con un minuto de silencio y una bandera rojinegra colocada en la tribuna sur. El fútbol, a veces, no solo une, también duela. Y ese dolor, silencioso pero presente, se mezcló con el júbilo de los que celebraban.

El camino hacia la Intercontinental

Con este título, el Flamengo se clasificó automáticamente para la Copa Intercontinental 2025, donde enfrentará al campeón de la UEFA Champions League. Será su tercera participación en el torneo, y la primera desde 2022, cuando perdió ante el Real Madrid. Pero esta vez, el equipo llega con otra confianza. No es solo un equipo campeón: es un equipo que ha superado el miedo, la presión y el pasado. Y eso, en el fútbol, es lo más difícil de lograr.

¿Qué significa este título para el fútbol brasileño?

Antes de este triunfo, el Palmeiras y el Santos lideraban el ranking de títulos brasileños en la Libertadores, con tres cada uno. Ahora, el Flamengo se convierte en el único con cuatro. Es un récord que no se rompe con suerte, sino con consistencia. Entre 2019 y 2025, el club llegó a tres finales en siete años. Eso no es azar. Es planificación, identidad y una cultura de ganar que se ha instalado en las canchas y en las academias. Y si bien otros clubes como el Corinthians o el Atlético Mineiro están creciendo, el Flamengo ya no es solo un equipo popular: es un referente continental.

El Estadio Monumental: el templo de los rojinegros

El Estadio Monumental de Lima no es el estadio más grande de Sudamérica, ni el más moderno. Pero desde 2019, se convirtió en un lugar sagrado para el Flamengo. Dos finales, dos títulos, dos veces en las que el equipo logró lo que parecía imposible en tierra ajena. En 2019, rompió una sequía de 30 años. En 2025, rompió una barrera histórica. Los hinchas lo saben: este estadio no es solo un escenario. Es un símbolo.